El Consejo de Seguridad Nuclear de España (CSN) aprobó un dictamen favorable a renovar la autorización de explotación de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), que se encuentra paralizada desde 2012 por motivos económicos.
La resolución salió adelante con el voto favorable de cuatro de los cinco consejeros que forman parte del CSN, el máximo órgano de seguridad nuclear en España. De esta manera, se evalúa la posibilidad de que la central pueda estar operativa hasta 2031.
Ahora, el Ministerio de Energía deberá decidir si finalmente autoriza a Nuclenor, el operador la planta, a ejecutar el permiso de explotación solicitado, siempre y cuando cumpla con una serie de inversiones para mejorar la seguridad de la instalación.
Las exigencias de renovación incluyen aspectos como la autorización de explotación, las medidas de seguridad física, las pruebas de resistencia post-Fukushima y la modificación del diseño sobre los sistemas eléctricos.
Nuclenor presentó en 2014 al Ministerio de Industria una solicitud de renovación de su licencia de explotación con la que aspira mantener activa la central hasta cumplir los 60 años a pesar de que fue diseñada sólo para 40 años de funcionamiento.