INB y Amazul firman contrato para próxima fase de Resende

El objetivo es lograr el autoabastecimiento de uranio. Indústrias Nucleares do Brasil (INB) firmó un contrato con Amazônia Azul Technologias de Defesa SA (Amazul) para prestar servicios de ingeniería para la segunda fase de la planta de enriquecimiento de uranio en la fábrica de combustible nuclear de INB en Resende.

La firma se realizó durante la ceremonia de conmemoración de los 20 años de la creación de la Mesa Técnica de Enriquecimiento Isotópico del INB, en la FCN. Participaron el presidente de INB, Carlos Freire Moreira y el director de Amazul, Newton Costa.

La primera fase de la planta de enriquecimiento finalizó a fines de 2022 y cuenta con 10 cascadas de ultracentrífugas en operación, para enriquecer uranio para la producción de combustible para las centrales nucleares del país. Según INB esto le permite atender el 70% de la demanda de Angra 1, reduciendo la dependencia de proveedores del exterior.

La segunda fase se denomina Planta Comercial de Enriquecimiento de Uranio con más de 30 cascadas de ultracentrífugas, con el objetivo de dotar al país del autoabastecimiento en el enriquecimiento de uranio: “La previsión es que, para el año 2033, la empresa esté en condiciones de atender, con producción íntegramente nacional, la demanda de combustibles de Angra 1 y Angra 2 y, al 2037, las necesidades de Angra 3”.

El presidente del INB, Carlos Freire Moreira, señaló que «este emprendimiento debe ser motivo de orgullo, no solo para los trabajadores del INB, sino para todos los brasileños, ya que el enriquecimiento isotópico de uranio es un estado de la cuestión».

El presidente ejecutivo de Amazul, Newton Costa, remarcó que “la previsión es que, para el año 2033, la empresa esté en condiciones de atender, con producción íntegramente nacional, la demanda de combustibles de Angra 1 y Angra 2 y, al 2037, las necesidades de Angra 3”.

Asimismo, destacó que la iniciativa garantizará «la seguridad energética del país con energía limpia, con impactos positivos en la lucha contra el cambio climático».

La planta de fabricación de combustible de INB (también conocida como INB Resende), diseñada por Siemens, tiene una capacidad de producción de 160 toneladas por año de pellets y 280 toneladas por año de producción de elementos combustibles. Brasil tiene dos reactores nucleares, Angra 1 y 2, que generan alrededor del 3% de su electricidad, con un tercio en construcción.

Por otro lado, Amazul, constituida en 2013, subrayó «el objetivo de absorber, promover, desarrollar, transferir y mantener actividades sensibles a las actividades del Programa Nuclear de la Armada, el Programa de Desarrollo de Submarinos y el Programa Nuclear de Brasil», Además, afirmó que busca «utilizar tecnología nuclear para salvar vidas, mejorar la calidad de vida de las personas, garantizar la seguridad energética con energía limpia y defender la soberanía del país».