La empresa operadora Nucleoeléctrica Argentina presentó ante las autoridades provinciales de Córdoba el estudio de impacto ambiental para que se le otorgue la autorización a la obra de extensión de vida útil de la Central Nuclear de Embalse, comenzada en 2011 y ya en avanzado estado de ejecución.
Ahora, una comisión técnica a designar por la Secretaría de Ambiente de Córdoba deberá evaluar el informe –que fue realizado por la consultora privada Cedyat (Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica) y consta de 36 tomos, con 20 mil fojas- y someterlo a audiencia pública, para luego decidir si otorga o no la “licencia ambiental” al proyecto.
Sobre la audiencia pública, Javier Britch, secretario de Ambiente provincial, explicó que “el mecanismo que prevé la ley es que puedan participar todos los interesados, con oradores que se inscriban previamente para expresarse por 15 minutos y aportar documentación”. Britch recordó, además, que las audiencias “no son vinculantes”, aunque acotó que pueden generar “aportes importantes”.
Como parte del proceso de extensión de vida, la Central Nuclear Embalse salió de servicio en diciembre pasado. Se estima que la obra –que demandará una inversión de unos 1.600 millones de dólares- durará entre dos y tres años. Durante ese tiempo, se reemplazarán equipos críticos como los tubos del reactor y los generadores de vapor. Además, se construyen más repositorios en el predio para almacenar el material radioactivo.
