Los protocolos de seguridad dieron resultados

«No se reportaron anomalías» en las plantas nucleares japonesas tras el terremoto, y la Agencia Internacional de Energía Atómica monitorea la situación.

La Autoridad de Regulación Nuclear de Japón afirmó que «no había anomalías en las plantas de energía nuclear dentro del área afectada», por el terremoto ocurrido el lunes 1 de enero en la provincia de Ishikawa, al oeste de Japón. Además, la entidad anunció que la Agencia Internacional de Energía Atómica monitorea la situación.

El terremoto de 7.6 en la escala de Richter causó la muerte de 48 personas y los equipos de rescate siguen buscando supervivientes entre los escombros.

La central nuclear más cercana al epicentro del terremoto fue la central Shika de Hokuriku Electric Power Company, que ha estado cerrada desde el accidente de Fukushima Daiichi en 2011. Como las réplicas continúan, se están realizando inspecciones periódicas en la planta, con sistemas de enfriamiento y monitoreo.

Se identificó una fuga en un tanque de agua que alimenta los estanques de refrigeración, aunque el operador afirma que no afecta a las funciones de refrigeración de la planta. El sistema de enfriamiento de la piscina de combustible gastado está en funcionamiento en todas las unidades.

Tokyo Electric Power Company Holdings (Teyco), precisó: «En la planta de energía nuclear Kashiwazaki-Kariwa, las lecturas en los monitores de chimenea y los puestos de monitoreo instalados en los límites del sitio de la planta de energía están dentro de los rangos de fluctuación normales, y no hay impacto de radiactividad en el mundo exterior”.

Antes del accidente de marzo de 2011 en la planta de Fukushima Daiichi, los 54 reactores de Japón proporcionaban alrededor del 30% de la electricidad del país. Sin embargo, 14 meses después del accidente, la generación nuclear del país se había paralizado a la espera de cambios regulatorios con la introducción de nuevos controles y regulaciones de seguridad. Hasta ahora, 12 de los 33 reactores operables de Japón han superado las inspecciones que confirman que cumplen con las nuevas regulaciones de seguridad. estándares y han reanudado su operación. Otros 17 reactores han solicitado su reactivación.

En 2011, un terremoto y un tsunami provocaron un accidente en la planta nuclear de Fukushima, se produjo una fusión parcial del núcleo de varios reactores y la liberación de radiación. Posteriormente, implementaron medidas adicionales de seguridad y fortalecieron los protocolos de respuesta en caso de emergencias.