Tokyo Electric Power Company (TEPCO), la operadora de la central nuclear de Fukushima, informó que, el pasado jueves 16 de febrero, introdujo un nuevo robot dentro de su reactor número dos para evaluar su estado.
El dispositivo, con forma de escorpión y desarrollado en colaboración con IRID y Toshiba, logró tomar imágenes y medir la temperatura y los niveles de radiación dentro de la vasija de contención del reactor.
Sin embargo, el robot –que llevaba un dosímetro y dos pequeñas cámaras- falló cuando ascendía entre los escombros. En un comunicado, TEPCO explicó que quedó dentro de la vasija en un punto en el que no bloquea el acceso de otros dispositivos similares en el futuro.
Si bien el robot logró transmitir algunos datos e imágenes, no pudo localizar el combustible nuclear fusionado, una información clave para determinar cómo retirar los escombros del reactor.
Esta operación se suma a varios intentos fallidos, el más reciente ocurrido en enero, luego de que otro aparato similar fuera enviado dentro del reactor y dañado por los niveles demasiados altos de radiación.
Los reactores 1, 2 y 3 sufrieron fusiones parciales de sus núcleos a raíz del terremoto y tsunami de marzo de 2011, y conocer el estado exacto de las barras de combustible radiactivo es fundamental para su manejo y retirada.
En el caso de la unidad 2, los especialistas de TEPCO creen que el combustible se fundió lo suficiente como para perforar la vasija de presión y acumularse en el fondo de la de contención.
La compañía necesita saber el estado y la ubicación exacta del combustible fusionado, así como otros daños estructurales en cada uno de los tres reactores accidentados, para determinar la forma más segura de retirar el combustible.