En el marco de la 59° Reunión Anual del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que se desarrolla en Viena, las autoridades argentinas y chinas se reunieron para negociar el inicio de la construcción de la cuarta central nuclear, cuya piedra fundacional podría colocarse el próximo mes.
Los responsables de la negociación fueron el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido y el director ejecutivo de la Corporación Nacional Nuclear de China (CNNC), Sun Qin, quienes acordaron resolver los contratos para la construcción de la cuarta central nuclear en el mes de octubre. Para ello, viajará a Pekín una misión oficial argentina, que se encargará de la firma de los convenios.
La cuarta central será de tecnología CANDU de uranio natural y agua pesada, similar a la Central Nuclear Embalse (Córdoba), con una potencia de 800 MW. El diseñador, constructor y operador será Nucleoeléctrica Argentina, mientras que la CNNC cooperará en el proyecto con la financiación, además de proveer equipos, componentes y servicios que resulten necesarios importar.
De Vido y Sun compartieron una presentación en el plenario de la Conferencia General del OIEA, oportunidad en la que se repasaron los logros del plan nuclear argentino desde su reactivación en 2006 y el fruto de la asociación entre los países. Al respecto, el ministro argentino consideró “imprescindible fortalecer el trabajo mancomunado, ofrecer nuevas oportunidades de inversión y seguir mostrando al mundo los objetivos alcanzados y los niveles de seguridad con que se desarrolla la actividad nuclear en la Argentina”.
“La apertura geopolítica de la Argentina demuestra la disposición a la asociación y compromiso con el desarrollo nuclear con fines pacíficos, cumpliendo los regímenes internacionales de seguridad y proliferación”, recalcó De Vido.
En el transcurso de la jornada, la delegación argentina también mantuvo reuniones con sus pares de Namibia (se acordó intercambiar misiones para iniciar un proceso de asociación), Arabia Saudita (que está interesada en la oferta exportadora argentina) y Canadá, antiguo proveedor del país que ahora busca restablecer el diálogo.