Tras el rechazo de la provincia de Río Negro de instalar en su territorio una central nuclear, la Asociación de Exalumnos del Instituto Balseiro (AEIB) comunicó su «extrema preocupación» por la negativa del gobernador Alberto Weretilneck, la cual fue calificada como una decisión “apresurada”, donde “no ha habido oportunidad de dar un debate amplio y profundo sobre la energía nuclear y sus aplicaciones”.
«Creemos que es una decisión apresurada prohibir centrales nucleares de potencia en la provincia. Esta ley estaría afectado avances en medicina, en conservación de alimentos, en fabricación de componentes electrónicos y nuevos materiales. Tampoco hay una toma de conciencia sobre la contribución de la energía nuclear al cuidado del medio ambiente por el reemplazo de combustibles fósiles», esgrimieron los científicos.
En ese sentido, los egresados del Balseiro argumentaron que Río Negro tiene tradición en esta tecnología, ya que aloja desde la década de 1950 al Centro Atómico Bariloche; desde 1976 a la empresa estatal Investigación Aplicada (INVAP); desde 1978 al Centro Tecnológico Pilcaniyeu; desde 1982 al Reactor RA-6 y está por inaugurar el centro regional de Radioterapia y Medicina Nuclear. «Estas instituciones han sido fundamentales como fuente de desarrollo, trabajo y prestigio para la provincia», explicaron.
“Nos hubiera interesado participar en ese debate en la Legislatura Provincial, llevando la opinión y representación de nuestros asociados, muchos de ellos protagonistas del desarrollo nuclear argentino. No pudimos hacerlo porque no hubo debate”, agregaron en su comunicado los ex alumnos del Balseiro.
Frente a la negativa de la provincia de Río Negro y ante la imposibilidad de cancelar el proyecto o romper el compromiso con China, el Gobierno analiza instalar la central en el complejo Nuclear Atucha, en la localidad bonaerense de Lima. Allí se concentrarían cuatro de las cinco centrales atómicas con las que contará el país en la próxima década.